domingo, 22 de septiembre de 2013

Las Wertgüenzas del ministro

El ministro de Educación, Cultura y Deporte sigue siendo, tras casi dos años de legislatura, protagonista de la actualidad. Su cruz, la educación. Sus 'Poncio Pilatos': la comunidad educativa. 

Desde que accediera a la cartera de Educación, J.I. Wert no ha conseguido que ninguna de sus medidas sean aceptadas por la sociedad española en general, y por la rama educativa en particular. ¿Por qué? Muy sencillo, la falta de sensibilidad para con los afectados por sus decisiones. 

La LOMCE fue su aportación estrella y, sin embargo, quedó estrellada desde que la enseñó en sociedad, cuando aún era un pequeño embrión en este embarazo que tantos quebraderos de cabeza le está dando al ministro. La ampliación del ratio de alumnos por aulas, el aumento de horas lectivas de los profesores, el descenso de concesión de becas, el aumento de las tasas universitarias...han ido añadiendo más lastre a una Ley que ya se auguraba ideológica desde la retirada de la asignatura de Educación de la Ciudadanía en favor de la de Religión, que pasó a computar en la media del expediente. 

Al final, la Iglesia se salió con la suya y el propio ministro le puso el logro en bandeja de plata. No importa cuántos estudiantes han tenido que dejar sus estudios universitarios o de FP por no poder permitirse pagarlos, ni tampoco cuántos no puedan, si quiera, acceder a ellos. Para el ministro eso es algo insignificante. Se jacta de decir que su Gobierno es el que más ha dedicado a becas, demostrando su falta de sensibilidad y su ceguera respecto a los jóvenes que, con tanta ilusión, quieren labrarse un futuro; un futuro que el propio Wert les trunca año tras año. No le tiembla el pulso.

Las manifestaciones y huelga, para el ministro son todas manifestaciones y huelgas "políticas" pero, ¿cuáles no lo son?. Todas se realizan por medidas políticas que toman los que forman parte del Gobierno, quienes creen tener la potestad para hacer o deshacer sin tener que rendir cuentas a nadie. Se equivocan, y para ello los jóvenes estudiantes, padres, madres y profesores, salen a la calle, como lo harán el próximo 24 de octubre, a las calles para ofrecer un poco más -si cabe- de realidad al ministro. 

Pero además, a la problemática de la educación hay que sumarle el feo que le ha hecho a la cultrua española aceptando el 21% del IVA y, ni siquiera, aceptar revisarlo atendiendo a los nefastos resultados que están registrándose. Los actores, directores, músicos y miembros de la cultura en general, le demuestran su rechazo frontal y absoluto en cada ocasión que le tienen en frente.

Un ministro que desprecia la educación y machaca la cultura, demuestra que en su ser no existen ni una ni otra. Sin mejoras no hay resultados, y sin resultados sólo podremos avanzar marcha atrás, para desgracia de nuestra sociedad. Y mientras no salgamos a las calles a exigir que se corrija el rumbo que se está tomando, seguiremos siendo los muñecos peleles que manejan a su antojo.

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