El Partido Popular vive uno de sus momentos más contradictorios, peligrosos y de menos credibilidad en todos sus años de historia. La revelación del caso Bárcenas está poniendo en apuros a un partido que siempre ha sido bastante opaco con sus acciones internas.
Esto entre en contradicción con el empeño de transparencia que quiere lanzar el Gobierno (hoy comenzó el debate sobre la Ley de Transparencia). Aunque se trata de una norma que excluye, quizá, a quienes más gustaría controlar a los ciudadanos (Casa Real, partidos y sindicatos).
Lo de Bárcenas muestra al verdadero PP, ese que habla y critica a todos pero que quiere callar bocas, como sea, cuando la comidilla de todas las conversaciones es él. Lo de los sobres es muy sospechoso, y es lógico que los medios investiguen; es más, están en la obligación de hacerlo. Mientras, la 'cúpula' popular se dedica a querellarse contra periódicos y cadenas de televisión, en vez de dar explicaciones. ¿Censura?
Hablan de auditorías para esclarecer las cuentas pero, ¿toman al ciudadano por tonto? ¿Desde cuándo el dinero en B se ha declarado? ¿Desde cuándo el dinero en B se registra en libros de contabilidad? Y es que es un recurso utilizado en múltiples ocasiones por los dirigentes. Al ser preguntados, siempre se remiten a sus declaraciones del IRPF. A veces es lógico pensar que, o nos toman por ignorantes o realmente, para estar donde están, no se necesita grandes aptitudes y capacidades mentales.
Se sabrá la verdad, por suerte, tarde o temprano. Mientras tanto, que sigan con sus esquivos, su opacidad y su subestimación de la ciudadanía, que de la transparencia y claridad, nos preocupamos los demás.
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