¿Nuevo PSOE?

A este PESOE -o nuevo PSOE, como lo han denominado ellos- le fallan muchas cosas. Acaban de clausurar su Conferencia con grandes alardes de retorno; con unas pilas supuestamente cargadas; renovados. Pero, ¿realmente es así?

Si prestamos buena atención a la foto de familia, pocas caras han cambiado; la única nueva es la de Susana Díaz, presidenta de la Comunidad Autónoma de Andalucía. De resto, todo es igual. Hasta las reivindicaciones de los barones son las mismas desde hace meses, y siguen siendo ignoradas en la dirección del partido. 

Se afanan en querer conectar con el ciudadano, con sus verdaderos problemas, pero la sociedad sigue viendo al PSOE como aquél que nos metió en el pozo del que aún no hemos podido salir. Sigue manteniendo la figura de ese ente que, con sus malas gestiones, hizo más profunda una crisis que ha azotado a todos los ciudadanos, y que se ceba con los más desfavorecidos. 

Para conseguir evitar esta situación, lo principal no debería ser gritar que han vuelto, sino cambiar la cara visible. Renovar aires, dejar paso a nuevas generaciones. Caras amables y desvinculadas de la anterior etapa socialista en el Gobierno. Me atrevería a decir que el principal problema del PSOE es el propio Rubalcaba. Incapaz de hacer una oposición firme y contundente, y cada vez más alejado de la realidad social. El PSOE, se mire por donde se mire, merece mucho más de lo que tiene ahora. ¿Por qué tanto miedo a reconocer que es la hora de ceder filas a gente nueva? ¿Por qué esa defensa total a la figura del Secretario General, cuando saben de sobra que no es la verdadera solución para el partido? 

Rubalcaba quiere ser el abanderado de la recuperación de un PSOE más que perdido. La realidad es que, para ser sinceros, es todo lo contrario. Es quien lo está hundiendo más. Si el PSOE ha vuelto, que sea de verdad. 

Quieren luchar por una España unida, y cambian sus bases para demostrar su apoyo a la Institución monárquica. Que comience el espectáculo, y que el "nuevo PSOE" eche a andar.