Normalmente este blog dedica sus entradas a los políticos, a aquellos que manejan los hilos de nuestro país, o de fuera de él. Siempre damos nuestra visión crítica, a veces agresiva (depende del cabreo del momento), a aquello que hacen, dicen, cuentan o no dicen ni cuentan los que forman parte del Gobierno, o de la oposición.
Sin embargo, hoy queremos centrarnos en otro aspecto fundamental que está haciendo de tripas corazón, y que anda aguantando lo que muchos ni llegarían a poder pensar. Hoy queremos hablar de los ciudadanos de este país. Hoy queremos hablar de ti.
Porque estamos en unas fechas señaladas donde siempre se quiere hacer general la visión de que todo el mundo lo pasa en familia, y sin embargo, podemos ver que actualmente hay 'familias' formadas por gentes que antes, ni tan siquiera se conocía. No es una locura esto que decimos. Los comedores sociales, las asociaciones, han visto multiplicada su demanda a causa del incremento tan devastador del número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Personas que ya no tienen para llevarse algo de comer a la boca en todo el día.
Y sin embargo, ¿qué hacen arriba? Nada. Nunca deja de sorprenderme la solidaridad ciudadana. Pero de aquella ciudadanía que vive a pie de calle su día a día. No me refiero a políticos de pimer, segundo o tercer orden, me refiero a aquellas personas como tú o como yo, que se cruzan a diario con la gente que de verdad necesita ayuda. Esa ciudadanía que se quita un plato de comida para poder compartirlo con quien no puede tenerlo.
Las recogidas de alimentos, en estos momentos de crisis, son muy numerosas. Son muchas las asociaciones que necesitan de esos productos para poder satisfacer a aquellos a quienes ayudan. Y aunque estamos en una crisis voraz; y aunque mucho tienen mucha liquidez económica; siempre puedes observar, perplejo, que la gente ayuda al de al lado, porque no tiene. ¿No es algo fantástico? El pueblo español, por Historia, es más fuerte de lo que muchos pueden llegar a imaginar.
¿Somos pasotas? Yo diría que no, simplemente tenemos un aguante que, desde fuera, muchos no entienden. Y sí es cierto que es hora de levantar bien alto la voz, porque ya hemos aguantado bastante, pero este es nuestro carácter, y muchas veces, cuando decidimos actuar, es tarde. Sin embargo, entre nosotros nos ayudamos como si fuésemos familia o amigos de toda la vida. No nos importa nada, simplemente, somos solidarios.
Por eso queríamos dedicarte este post a ti, que formas parte de ese nutridísimo grupo de personas que ayudan sin importarte nada. Que eres capaz de hacer un esfuerzo para que otros no lo pasen tan mal. Tú eres un héroe. Tú eres el verdadero protagonista de todo esto. Y por ello, Adrián BLOG tiene algo que decirte: GRACIAS.