"Un reconocimiento para la inmensa mayoría de españoles que no se manifiesta, que no aparece en portadas ni abre telediarios"
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España
Parece que entre la casta política de nuestro país, y principalmente entre quienes pertenecen al partido en el gobierno, el hecho de manifestarse no está muy bien visto cuando esa manifestación va contra ellos mismos. Y el ejemplo más reciente lo tenemos con las manifestaciones del 25, 26 y 29 de septiembre.
No fueron pocos los intentos de demonizar dichas protestas, de acusarlas de golpistas por estar cerca del Congreso de los Diputados. Se aferraron a la idea inicial de la marcha que se llamó "Toma el Congreso", pero no quisieron darse cuenta, porque si no, no tendrían como atacarla, que pasó a denominarse "Rodea el Congreso", por lo que sus argumentos de golpistas hacia quienes querían participar, estaban muy fuera de lugar.
A pesar de todo, están en su derecho de decir que eso de manifestarse no está bien, pero los ciudadanos también están en su derecho de salir a las calles y gritar que las acciones del Gobierno no son las prometidas y que están ahogando a los mismo de siempre, y que son esos mismos de siempre los que no pueden soportar más cargas.
El presidente Rajoy 'homenajeó' en Nueva York a aquellos que no se manifestaron, pero yo me pregunto si realmente se cree que aquellos que no se manifiestan le respaldan en sus acciones. De ser así, habría que preocuparse de la inteligencia y de las miras de nuestro presidente, porque quien no se manifiesta no es que apruebe los golpes al Estado del Bienestar, ni mucho menos, sencillamente puede ser que la manifestación le quede muy retirada o que, simplemente, no quiera recibir en su propia piel los porrazos de una acción policial exagerada, desmesurada, extremadamente violenta y con un sinsentido muy grande. Cierto es que algunos manifestantes tuvieron su culpa, pero no podemos culpar a decenas de miles de manifestantes por unos pocos, mientras que fueron los más de 1.200 policías los que se afanaron y no la vieron más clara la oportunidad para repartir palos y bolazos de goma a diestro y siniestro.
La cosa no acaba ahí. La señora Cifuentes (delegada del Gobierno en Madrid), soltó por su boquita recientemente que habría que hacer una "racionalización" para el derecho de manifestación. Esto era lo que España necesita para demostrar, en una nueva ocasión, la dictadura camuflada y blanda a la que nos someten los mal llamados liberales que tenemos en el gobierno. Esos que gobiernan para unos pocos, y abusan de unos muchos.
Desde aquí, le lanzamos al gobierno que consulte las hemerotecas y videotecas, para que vea cuántas veces salieron ellos a las calles cuando no gobernaban, cuántas veces hicieron lo que ahora rechazan... Nos quieren callar la boca a la fuerza, para ellos poder manejar más a su antojo, pero se están equivocando. Cada palabra que dicen, cada acción incendiaria que realizan, son motivos más que suficientes para que la sociedad no tenga ningún reparo por salir a la calle a cantarles las cuarenta.
Porque el pueblo no es el diablo, porque el pueblo no es un papel para usar y tirar, porque las personas no son simples votos cada cuatro años, porque la ciudadanía no es golpista... Simplemente son hombres y mujeres que exigen un gobierno justo y leal para con su pueblo, y que aclaman que sean otros los que empiecen a colaborar, que no se dejen manipular ni se amparen más en que son exigencias de otros, porque debemos ser más críticos y poner los puntos sobre las ies...
"Los enemigos del Estado del Bienestar nunca desaprovechan una buena crisis"
Naomi Klein, periodista y escritora.