Mariano Rajoy cumple hoy un año de gobierno. Y qué añito. España ya no es lo que era; de ella ya no queda ni la sombra, y este señor se sigue empeñando en dejar el cortijo más seco que la mojama. Desgraciadamente no viene solo, y le acompaña la troupe de la tijerita; esos que allá por donde pasan no dejan títere con cabeza.
Si hasta hace un año, España era un Estado del Bienestar, ahora es solo un Estado, y a veces parece que ni eso. Si hasta hace menos de un mes, aquí había una justicia para todos, ahora hay una justicia para (todos) los ricos. Antes había una sanidad universal, y gratuíta, pero ya ni es universal, ni es gratuita, ni es nada. Y qué decir de la educación. Pobre educación, que está pasando lentamente a mejor vida.
Antaño la ideología no se inmiscuía tanto en el contenido de la enseñanza, y si lo hacía, lo disimulaba bien. Ahora llega con todo el descaro, se planta en medio de los colegios, y pobre aquél el que resuelle. Ni que decir tiene que la Universidad ya no es para todos, sino para quienes tiene dinero para pagar las altísimas tasas de matriculación. Y las becas...¿Alguien recuerda que ha sido de ellas? Ahora las perciben cuatro gatos, cuentan los rumores.
En este país se conocía a los jóvenes por ser un sector silencioso (menos los viernes y sábados noche), que no alzaba la voz, que no se quejaba, que no protestaba. Los trabajadores de la justicia eran unos privilegiados que veían cómodamente la vida desde sus estrados. Los miembros de la sanidad pública eran unos personajes sagrados, pero a los que se les envidiaba por aquello del "trabaja poco y cobra mucho". Y los profesores...¡ay! los profesores, que se quejaban del estrés y tenían más vacaciones que nadie, ¿cómo se atrevían a quejarse?. Luego están los jubilados, esos que pensábamos que vivían callados y encerrados en sus casas, disfrutando de su pensión (su única preocupación en la vida).
¿Qué fue de todo aquello? Porque ahora no hay día que no haya alguien en la calle en dirección a alguna manifestación. Tienes un récord Mariano. Manifestaciones a diario; y a ti, y sólo a ti, te han hecho dos huelgas generales en un único año, tienes tu mérito.
Te inventas el copago sanitario; el copago farmacéutico; haces amnistías fiscales; permites que tus amigos los banqueros estén impunes ante el mayor acto de bandalismo que ha sido la burbuja inmobiliaria y su especulación; ahora nos traes las tasas judiciales; copago al transporte en ambulancia; copago de material protésico; te sacas de la manga un impuesto a 0% a las transacciones bancarias, para que las CC. AA. no puedan hacer pagar impuestos a los bancos (tus grandes amigos); llevas el paro a niveles insospechados; consigues una huida de capital abrumadora; los jóvenes se ven obligados a marcharse de su país... Olé tú.
Has conseguido en materia de comunicación, que RTVE vuelva 7 años atrás, cuando la entidad era un medio del Gobierno, eco de lo que él quiere decir, manipulado, donde la libertad de expresión brilla por su ausencia.
Lo peor de todo es que te enorgulleces del horror que estás haciendo. Castigas, condenas y criminalizas a quienes no son, ni piensan, como tú. Gobiernas para unos pocos, y no para el conjunto. No confundas patriotismo con patrioterismo, que es lo que tú estás haciendo.
Olvidémonos del paro, del hambre, de los desahucios, de la desatención, del alto nivel de pobreza de los niños. Olvidémonos de eso y veamos pájaros donde no los hay. Hagamos como usted y su troupe, a ver si así conseguimos salir del pozo del que usted es incapaz de sacarnos. Olvídese de la herencia recibida, porque eso ya no cuela. Esto que tenemos hoy, es resultado de su actuación. Deje de echar balones fuera, y asuma su responsabilidad y su culpa, y actúe en consecuencia. Moncloa ha causado su síndrome demasiado pronto sobre su persona.
Gracias por nada.
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