¿Qué le pasa al líder socialista? ¿Por qué le tiene tanto reparo a las primarias? ¿Qué tiene el cargo de Secretario General que no lo quiere soltar? La sociedad demanda un nuevo PSOE, un nuevo rumbo de la izquierda social -o pseudo izquierda social-. El propio partido pide renovación, y sus juventudes piden participar en el cambio renovador del partido. Sin embargo, el líder socialista no quiere oír hablar de primarias, por ahora.
¿Cuándo es el momento idóneo? Que los socialistas necesitan un líder que conecte con los ciudadanos, que les inspire confianza y que aporte una mayor estabilidad, es algo que no se le escapa inadvertido a nadie. Desde su elección como Secretario General, el rumbo del PSOE no ha hecho sino mantenerse en la debacle, y es incapaz de cambiar el rumbo.
Si no es capaz de mantener el orden en las diferentes facciones del partido en las Comunidades Autónomos, quizá debería ser un motivo más para dar un paso al frente, convocar primarias y, posteriormente, retirarse y dar paso a savia 'nueva', o al menos, una savia que inspire más confianza o que no mantenga relación con el Gobierno de Jose Luís Rodríguez Zapatero.
Una retirada a tiempo no sólo es una victoria, también puede suponer un cambio de rumbo positivo. Seguir esperando para las primarias podría suponer que, llegado el momento, el destino del partido sea tan lamentable que cueste más aún el poder arreglar la situación.
La idea perfecta sería ya, antes de las elecciones europeas. Los afiliados, simpatizantes, y la sociedad en general así lo reclaman. Es hora de no hacer oídos sordos, y actuar de manera coherente.
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