La Comisión Europea ha vuelto a corregir los datos que se había previsto para España en este año 2013. El Gobierno de Mariano Rajoy anunció que nuestra economía caería -1,3%, y Europa le retoca la cifra hasta un -1,7%. Siguiendo por ahí, sobre el déficit tampoco acertó el ejecutivo de Rajoy, pues la propia Comisión lo sitúa en un 6.5% para 2013 y un 7% para 2014 (este último, sin contar el último plan de ajuste anunciado por el Gobierno español).
Donde sí coinciden es en la tasa de paro. Bruselas y España coinciden en que llegará al 27% este año, y sólo se reducirá hasta el 26.5% en 2014, un 0.5% menos.
Ahora bien, con estas cifras, a uno se le quitan las ganas de ser positivo. Sólo nos rodean malos datos. Y es que, cuando el Gobierno dice A, Europa le dice que no, que realmente es B. ¿Así cómo nos vamos a aclarar? Si los datos de unos son malos, los de los otros son peor. Esta España mía, esta España nuestra, a la que le cantaba Cecilia, no ve la salida del túnel en ningún momento.
Quieren que paguemos la deuda, y ahora advierten a Rajoy que si sube impuestos, las cifras serían peores aún. ¿Entonces cómo pagamos la deuda? ¿Por dónde recaudan? ¿Quieren que vuelvan a ahorrar de la educación, la sanidad, pensiones, prestaciones...? Por ahí no va a pasar la sociedad española otra vez.
Desde aquí, a Europa le decimos que actúen con seriedad. La Unión necesita dar un paso más y llegar a una unión fiscal para hacer competitiva la economía comunitaria, un bono común que permita la financiación de los Estados miembros en conjunto. Si queremos ser uno, seamos uno de verdad. Porque, hoy por hoy, tal y como están las cosas, nos fallan las cuentas.
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